Las Terapias Corporales son muy diversas y aglutinan un abanico muy heterogéneo de disciplinas, que se centran de manera principal en la acción sobre el cuerpo, como vía para mejorar el estado de salud y bienestar.
Las Terapias Corporales son terapias que se basan en el movimiento de una o más partes del cuerpo o en un sistema de entrenamiento físico, tratando con ello de trabajar, estimular y mejorar, entre otros, el dinamismo, la fuerza muscular y el correcto desarrollo de las funciones corporales, en beneficio de la salud global del paciente.
Este tipo de terapias trabaja dos niveles fundamentales: el corporal y el emocional/mental. El objetivo que persiguen las terapias corporales es ayudar a las personas a tener un mejor conocimiento de sí mismas. No obstante, muchas de estas terapias tienen objetivos más concretos: circulatorios, musculares, articulares, etcétera.
Existen muchas disciplinas en las terapias corporales, como por ejemplo las terapias basadas en la reeducación postural, estrechamente relacionadas con el yoga y el pilates, dos disciplinas que, aunque guardan puntos y objetivos comunes, son diferentes entre sí.
Que cada persona se reencuentre con la sabiduría innata del cuerpo, que escuche sus mensajes, que hablan de conflictos reprimidos y de maravillosas vivencias a la espera de ser conocidas; liberar de corazas y tensiones a las que sometemos el cuerpo, permitiendo que éste se exprese, en la gracia natural que todos poseemos cuando lo sentido, lo pensado y lo actuado, se unen desde el corazón.
La terapia corporal tiene múltiples beneficios, entre los cuales podemos destacar que:
El estrés es en muchos casos el responsable de los cambios de conducta y también el causante de depresiones, ansiedad, etcétera. Las terapias corporales reducen las posibilidades de padecer estrés, contribuyendo así a mejorar las relaciones personales contigo mismo y con los demás.
Con los años las personas tienden a respirar de forma incorrecta. En las terapias corporales se enseñan técnicas de respiración que mejorarán muchísimo tu bienestar personal y también tu manera de realizar ejercicio físico.
Son tratamientos específicos que te ayudarán a tratar los problemas músculo-esqueléticos, perjudiciales tanto para tu aspecto físico exterior, como para tu bienestar.
Este beneficio está estrechamente relacionado con el resto, puesto que al reducir el estrés, mejorar la respiración y reeduca al cuerpo para aliviar los dolores que se puedan padecer.
Son muchos los tipos de terapias corporales existentes, algunas tan antiguas como la vida, otras se han ido desarrollando a lo largo del siglo XX.
Todas trabajan con la energía, consiguiendo que fluya sin obstáculos y que el cuerpo físico y el mental recobren el estado original de bienestar y unión con el Universo.
Algunas de las terapias o tratamientos corporales más conocidos son:
Existen terapias que justamente proponen la toma de conciencia de la unidad que realmente somos: cuerpo-mente-espíritu. Y no sólo del paciente, sino también del terapeuta. Éste debe trabajar continuamente en su propia alineación, a fin de crear el espacio necesario para que el proceso de sanación ocurra. Se trata de establecer una comunicación fluida de Ser Interior a Ser Interior, en la que ambos se enriquezcan mutuamente.
Que no se lleve por reglas fijas de tecnicismos, sino por la escucha intuitiva y abierta de las necesidades profundas del paciente, para poder así abrir canales que le faciliten el acceso a su propia fuente interna de sabiduría y bienestar.
Para ello, el terapeuta utiliza algunos de los métodos citados, sin atarse a ellos en forma dogmática, ya que la flexibilidad en la respuesta es su don.
Cada persona es diferente y atraviesa distintas etapas, en las que será necesario a veces abordajes físicos (sean suaves o movilizadores), exteriorizaciones emocionales, reflexión, energía, conexiones espirituales o quizás bailar o dibujar, todo sin olvidar jamás que somos una unidad, manifestada en un cuerpo físico.
En general cualquier persona puede practicar alguna terapia corporal, siempre adaptando a sus posibilidades físicas y observando algunas precauciones para no lesionarnos.
Algunas terapias corporales también están contraindicadas en caso de que:
Para saber cuál es la terapia correcta para ti, te invitamos a leer las múltiples opciones que puedes encontrar a continuación. Seguramente hallarás la que resuelva tu problema y te ayude a sentirte mejor.