El oxígeno es fuente de vida, sin él no podríamos vivir, es por ello que desde nuestro nacimiento lo respiramos. Sin embargo, existen diversas formas de hacerlo y dependiendo de ello obtendremos beneficios. En particular, la Respiración Diafragmática o abdominal, es la más adecuada y es la que se debe utilizar para controlar la ansiedad, el estrés y aprender a relajarse.
Si manejas la respiración en un nivel más profundo y de forma armónica y rítmica, puedes obtener muchos beneficios, los cuales te develaremos en este artículo que nuestros expertos han creado para ti.
Es un tipo de respiración que utiliza el diafragma. Al ejercer esta respiración el estómago adquiere la capacidad de subir y bajar.
Cuando los pulmones están oxigenados y llenos de aire, el diafragma presiona hacia abajo y el estómago sube. Mientras que cuando los pulmones se vacían de aire, el diafragma vuelve a subir y el estómago baja. Esto trae consigo una respiración suave, lenta, uniforme y profunda, mejorando los niveles de oxígeno circulante, reduciendo la fatiga cuando se está realizando deporte y disminuyendo los niveles de estrés y ansiedad.
El diafragma es el principal músculo implicado en la respiración, se localiza debajo de los pulmones. Es un músculo largo en forma de domo que se contrae de manera rítmica y continua y, la mayor parte del tiempo lo hace de manera involuntaria.
En la inhalación, el diafragma se contrae y se allana, y la cavidad torácica se amplía. Esta contracción crea un vacío que succiona el aire hacia los pulmones. En la exhalación, el diafragma se relaja y retoma su forma de domo, y el aire es expulsado de los pulmones.
Al momento de respirar, diversos músculos de nuestro cuerpo trabajan en conjunto con la finalidad de introducir aire en los pulmones. El que mayor esfuerzo hace, es el diafragma, y gracias a la respiración diafragmática se consiguen múltiples beneficios.
El principal objetivo de este tipo de respiración es el llenado completo de aire dentro de los pulmones, para que así los alveolos puedan realizar un adecuado intercambio hemato-gaseoso (oxígeno pasa a sangre y se recoge el dióxido de carbono).
Es por ello que la respiración diafragmática garantiza, con la exhalación, una mejor ventilación, captación de oxígeno y limpieza de los pulmones. No obstante, la mejora en la oxigenación no es el único beneficio que podemos obtener de la respiración diafragmática.
Otro aspecto interesante de esta respiración es que el movimiento del diafragma activa el sistema nervioso parasimpático, encargado de la “respuesta de relajación” del organismo. Por ello, la respiración diafragmática también se utiliza como técnica de relajación.
La respiración diafragmática pausada es una técnica efectiva para reducir la tensión física y mental. Además de aportar los siguientes beneficios:
Este tipo de respiración permite pausar la frecuencia respiratoria evitando a toda costa la taquipnea (aumento abrupto de la respiración), propia de los estados de ansiedad o estrés. De este modo evitamos que la sangre tenga mayor cantidad de CO2, lo que contrae mareos, nerviosismo y diversos síndromes neurológicos.
Es por ello que la respiración diafragmática devuelve los niveles normales de CO2 en sangre y ayuda a eliminar la ansiedad.
La respiración diafragmática permite extender las vértebras dado que en la expulsión del aire el diafragma asciende empujando los pulmones y la espalda.
La máxima capacidad pulmonar en cada respiración es de unos seis litros de aire y a partir de los cuarenta años, la misma empieza a decrecer. Es por ello que llegando a los 70 años la capacidad pulmonar puede ser un 30% inferior a la que se tiene a los 30. Una de las causas es que no “se entrena” a los pulmones para mantener una adecuada elasticidad, por ello la respiración diafragmática es un buen ejercicio para mantenerlos elásticos y tonificados.
Al tirar el diafragma hacia abajo, los pulmones se expanden en profundidad alcanzando su volumen óptimo, con lo cual entra más oxígeno en el cuerpo, sin detrimento del CO2, lo que permite aportarlo a las células sin necesidad de aumentar ni la frecuencia cardíaca ni la respiratoria. Esto redunda a la larga en una mejor salud cardiovascular.
Se obtiene un mayor equilibrio mental, claridad de pensamiento e incremento de la memoria e inteligencia, mayor nivel de autoconfianza y sobre todo, una agradable sensación de paz interior.
La respiración diafragmática es una técnica que se puede realizar fácilmente y es la más empleada en prácticas como Yoga, meditación, e inclusive durante una sesión de Hidroterapia. Para alcanzar una técnica adecuada, solo se deben de seguir cinco efectivos pasos:
Se recomienda practicar esta técnica de respiración durante 5 a 10 minutos al principio, de 3 a 4 veces al día. Luego aumentar la cantidad de tiempo y la frecuencia de la práctica.
Lo mejor es hacerlo en un espacio tranquilo, cómodo, sin interrupciones y silencioso; si es posible con una buena iluminación. Puedes poner música relajante y practicar la Musicoterapia mientras tanto. También se puede encender un vela o un poco de incienso, o crear un ambiente relajante que ayude a evocar imágenes de bellos lugares, que propicien aún más el estado de calma.
Gracias a la realización de forma continua de técnicas de relajación, respiración y meditación, se obtienen beneficios de refuerzo del sistema inmunológico, armonizando y sincronizando todas las funciones orgánicas, así como la regulación del equilibrio del medio interno.
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