El Kapalabhati, también conocida como “Respiración de fuego”, es una de las técnicas de control de respiración energética y estimulante del Yoga. Forma parte de los principios de dicha disciplina y ayuda a la purificación de las vías respiratorias. Esta terapia se basa en que los pulmones tienen un aire que queda dentro, el cual con esta técnica se expulsa para poder renovarlo.
La Medicina Tradicional Hindú tiene muchas terapias, entre ellas el Yoga, que se originó aproximadamente en el año 400 a.C. Para practicarlo se requiere el conocimiento de muchas técnicas de respiración, llamadas pranayamas. Estas técnicas son ejercicios básicos de respiración y concentración para comenzar en las posturas (asanas) o la meditación.
Las técnicas de respiración o pranayamas, son:
Esta terapia limpia las vías respiratorias llegando incluso hasta los bronquios y los bronquiolos. Por ello es ideal para tratar cualquier enfermedad del Sistema Respiratorio, entre ellas el asma y el enfisema pulmonar. Además aumenta la capacidad de los pulmones ya que se ensanchan para respirar de la manera adecuada.
El diafragma da un masaje al estómago, el hígado, el corazón y el páncreas, de una forma suave para aumentar el flujo de sangre. Por esta razón disminuirán los síntomas de enfermedades como diabetes y otros síntomas del sistema digestivo como el estreñimiento.
Alivia las alergias y los resfriados ya que disminuye la tos crónica, regulando la respiración. Además mejora el metabolismo mandando oxígeno a todas las células.
Ejercita los músculos del abdomen porque se hace mucho esfuerzo al respirar. Refresca y da vigor a la mente liberando al estrés y minimizando la depresión. Además ayuda a estimular la concentración porque la sangre llega con más facilidad al cerebro.
Para empezar con la práctica realiza tres ciclos de 20 a 30 bombeos de aire. De manera gradual y paulatina puedes ir aumentando las respiraciones por ciclo. Al acabar cada ciclo realiza dos o tres respiraciones profundas, calmadas, para que el ritmo respiratorio se tranquilice.
Es ideal para la primera hora de la mañana ya que te llenará de energía y serás más productivo. Por esta razón no se recomienda practicarlo en la noche ya que puede provocarte insomnio.
Variante 1: Sigue todos los pasos de respiración que te mencionamos al pie de la letra. Cierra la fosa nasal izquierda durante cinco respiraciones, alternando con la derecha por otras cinco respiraciones. Completa el mismo ciclo por tres repeticiones con ciclos de 20-30 bombeos de aire.
Variante 2: Esta variante consiste en hacer los mismos pasos de la respiración, alternando las fosas nasales derecha e izquierda en cada respiración, una por una. Completa tres ciclos en total.
No debes practicar estas variantes hasta dominar el Kapalabhati normal, ya que puedes no tener las habilidades necesarias para sentir el efecto.
No debes dejar que tu pecho se expanda, es el error más frecuente ya que la respiración inconsciente es así. Deberás enfocarte en respirar con tu abdomen para lograr el objetivo. Asimismo, los hombros deben permanecer relajados y en una posición normal sin levantarse. Tampoco se debe encorvar la columna, sino manteniendo la espalda cómodamente recta.
La inspiración y exhalación deben ser diferentes, no igualar la tranquilidad o el vigor entre ellas. Solamente exhalar rápido sin ser brusco.
Es importante estar en un lugar sin distracciones, de lo contrario hará muy difícil llevar a cabo el Kapalabhati. Es necesario estar en un lugar tranquilo. Debes practicar otros pranayamas ya que los demás ejercicios ayudan a controlar el diafragma de forma adecuada.