Los Registros Akáshicos son una especie de disco duro personal, en el cual se archivan todas las experiencias del alma, incluyendo todos los conocimientos y las experiencias pasadas. Pero si quieres conocer más a fondo, sigue leyendo pues te explicaremos todo a detalle.
“Akáshico” proviene de ākāśa, un término antiguo del idioma sánscrito oriundo de la India, que significa alma y espacio. Por ello se dice que los registros akáshicos son archivos de las memorias del alma.
Éstos representan un espacio multidimensional en el cual se almacenan las experiencias vividas y las potencialidades futuras. Es como un libro mágico energético, sobre todo con aquello que fue, que es o que será en el universo, del cual somos parte. Este libro mágico de energía contiene:
En esencia, en este sistema energético se recogen todos los pensamientos, todas las palabras emitidas, emociones sentidas y acciones cometidas por las personas a lo largo del tiempo.
Por eso frecuentemente se le llama “El Libro de la Vida”. Existe para el plano individual, planetario y universal, con diferentes frecuencias vibratorias.
La lectura de registros akáshicos es un método muy usado en la actualidad, y ayuda a todas las personas a conocerse y reencontrarse consigo mismos, para ser más felices y encontrar paz interior. Permite conectar con los registros de nuestra propia alma.
Normalmente en una lectura, la persona suele formular una serie de preguntas en busca de respuestas a ciertos problemas que afectan su tranquilad. El lector por su parte canaliza esas consultas y provee la información que la persona necesita para evolucionar y encontrar un mayor estado de bienestar.
Por eso es importante llegar al momento de la lectura habiendo pensado de antemano las preguntas que quieras formular. Son una buena opción las preguntas cerradas, que se responden con un “si” o “no”.
Durante la lectura se puede preguntar cualquier duda o cuestionamiento que tenga que ver con tu propio autoconocimiento. Es decir, se pueden consultar temas laborales, de salud, sentimentales, de talentos o dones, de bloqueos, sueños y demás.
Muchas veces puede ocurrir que el guía no responda directamente la pregunta pero envíe una información que, puesta en contexto, sea mucho más valiosa para descubrir qué está atravesando la persona que lo consulta y cómo puede resolverlo.
Como el objetivo es encontrar el bienestar, la lectura no implica que quien realiza la consulta pase por una situación estresante o de temor. Por el contrario, se busca que pueda entender qué es lo que le pasa, cómo solucionarlo o evitar que le vuelva a ocurrir.
Pero los guías no son los encargados de decirle a la persona que busca sanación, lo que debe hacer para encontrarla. Son acompañantes en este camino, pero dejan que aprendan las lecciones por sí mismos.
Cada día hay más personas que buscan leer los registros akáshicos, por ello existen diferentes técnicas para aprender a hacer esto. Eso sí, no hay recetas preestablecidas sobre las maneras de superar problemas o lograr un buen vínculo con uno mismo.
También es importante resaltar que hay una multiplicidad de especialistas, escuelas y espacios que enseñan a las personas estas técnicas que conectan con la memoria del alma.
Por eso, más allá de concurrir a un especialista para que te practiquen una lectura, cualquier persona puede atravesar el primer nivel de formación en esta materia y aprender así a leer sus propios registros akáshicos.
En un segundo nivel de formación, se puede aprender a realizar una lectura de los registros de otros seres, siempre que se cuente con su debida autorización.
El tercer nivel requiere de mucha práctica y estudio, es el de Maestría, y permite a quienes llegan a esta instancia iniciar a otras personas en esta práctica de lectura de los archivos de la materia universal.
Saber qué preguntar y cómo, y tener una actitud abierta, son las claves para acceder a la máxima información posible en una sesión. Un lector de registros akáshicos debe ayudarte a preparar tu consulta con el fin de que sea más provechosa para ti.
Es por ello que aquí te proporcionaremos algunas recomendaciones y ejemplos de preguntas para que puedas sacar el máximo partido a la lectura.
El futuro es algo incierto, que vas poco a poco vas construyendo con tus acciones, tus decisiones y tu toma de conciencia. Además de que disfrutas de tu libre albedrío y esto te libera de la sugestión y te empodera para crear tu realidad, que puede ir cambiando según evolucionas.
Los registros akáshicos no son una lectura de cartas para predecir qué pasará mañana, ni el lector es un adivino. Estas lecturas son una guía basada en el amor y en la conexión con el alma, para conocerte, descubrirte y transformarte.
Los registros akáshicos son una herramienta que te ayuda a superarte en muchos sentidos y guiarán para que el camino sea más respetuoso con tu propio proceso.
Es cierto que a veces se revelan datos de vidas pasadas, porque son necesarios para comprender algo que te limita o te incumbe en este momento de tu vida, y saber esto te servirá para avanzar.
Te recomendamos que saques el mayor partido a tu lectura preguntando por asuntos que te inquietan en este momento de tu vida; y si tiene que salir algo del pasado (muy común en los registros), saldrá para tu mayor bien en el presente.
Si tus preguntas están bien formuladas y realmente concretas lo que deseas saber, la información será más directa y más acorde a lo que estás buscando.
Las preguntas siempre deben ir orientadas a crecer, a evolucionar, a reconocerte, a empoderarte, a tomar las riendas de tu vida. Libérate de cualquier expectativa que tenga tu ego y entrégate a la experiencia de crecer y conectar realmente con tu esencia.
Para la apertura de estos registros, se debe de iniciar como una meditación normal, pero la respiración debe de estar enfocada en recordar sucesos vividos.
Acceder a estos registros es como sintonizar una radio, solo hay que encontrar la frecuencia correcta y, mediante movimientos minúsculos, afinar hasta conseguir el sonido más claro posible. En este caso, necesitas concentrarse en aumentar la energía vibratoria. Este es el único requisito de entrada a los registros akáshicos.
Una forma de hacerlo es ponerse en contacto con tus guías espirituales y pedir su ayuda y orientación, para alcanzar el estado óptimo que te conecte con ese plano no físico.
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