El drenaje linfático manual es un tipo de masaje que consiste en aplicar presión sobre puntos del cuerpo, para mejorar la circulación de la linfa. Todo se centra en liberar los caminos del sistema linfático para que no se acumule el líquido linfático. Es una técnica muy amplia ya que trata diversos trastornos, desde estéticos hasta malestares del cuerpo.
Es un conjunto de órganos, ganglios linfáticos, conductos y vasos linfáticos que producen y transportan un líquido llamado linfa. La linfa tiene que viajar por la sangre y tiene como objetivo llevar las defensas a todo el cuerpo. La linfa es un líquido blanco que transporta muchas células, entre ellas los glóbulos blancos, además de los nutrientes desde los intestinos. En ocasiones pueden llegar a obstruirse los caminos por lo que es ideal hacer maniobras para que fluya.
Desintoxica el cuerpo eliminando las toxinas a través de la orina. Al estar libre el paso, aumentan las defensas contra las infecciones y acumulaciones de líquido, que resultan en edemas. Un edema puede verse como una hinchazón de cualquier parte del cuerpo, que al hacer presión deja marcado el dedo como una bolsa de agua.
Ésta terapia ayuda a absorber la grasa que se acumula en tu cuerpo. Hay vitaminas que se llaman liposolubles, las cuales necesitan de la grasa para que el cuerpo las aproveche. Las vitaminas liposolubles son la A, D, E y K que en orden ayudan a la vista, el cabello, los huesos y hasta la coagulación de la sangre.
Reduce también la inflamación, porque los glóbulos blancos son los que regulan este proceso. El buen funcionamiento y la libertad del flujo de la linfa ayuda a que los músculos vuelvan a la normalidad. En consecuencia, de haber dolor, éste disminuye pues evita que los nervios estén comprimidos.
Es un tratamiento ideal para la piel porque ensancha los vasos de la sangre, evitando que se formen bolsas y arrugas. En el caso de una cirugía estética en cualquier parte del cuerpo, como una liposucción, el drenaje linfático acelera la curación de los tejidos, evita que se produzcan los edemas, reduce la inflamación y ayuda a que no se forme una cicatriz prominente. Incluso moldea cualquier parte del cuerpo, por la presión en puntos específicos.
Produce un efecto relajante, ya que los ganglios linfáticos al quitarse la obstrucción, liberan sustancias como neurotransmisores, que ayudan a eliminar el dolor.
El drenaje linfático es un masaje suave y sin dolor. Los movimientos deben ser lentos y repetitivos para liberar la dirección de los conductos linfáticos. No debe durar menos de una hora.
Hay diversos movimientos que se ocupan para dar este masaje, tales como:
Los movimientos comienzan en la ingle y las clavículas, ya que en estas regiones están los ganglios linfáticos. Estos ganglios tienen acumulaciones de linfa que necesitan vaciarse. Al estimularse estas regiones deben hacerse unas maniobras antes de iniciar el vaciamiento. Estas maniobras deben repetirse 1 a 3 veces a lo largo de una sesión para obtener mejores resultados. Inicialmente los estímulos de estas regiones deben hacerse con movimientos circulares o de bombeo, repitiéndose de 10 a 15 veces.
La primera zona a tratar es el drenaje del cuello y comienza con círculos en la región de las clavículas. Posteriormente se hacen masajes suaves en la parte lateral del cuello, además de la nuca. Por último se masajea la cara desde la boca, pasando por las líneas de la nariz, llegando hasta la frente. Debemos recordar que el orden es de abajo hacia arriba, en el caso de la cara para que fluya perfectamente.
Comienza desde las axilas con varias series de masajes en círculos, porque aquí hay un ganglio linfático importante también. El movimiento de desliz es el ideal para las axilas, repitiéndose de 5 a 7 veces. Los movimientos se extienden hasta el codo, cerca de la muñeca, aplicando presión con las yemas de los dedos en forma circular.
En la mano son movimientos circulares, empezando desde el pulgar hasta la base de los dedos; por último se drenan en círculos las puntas de los dedos y a lo largo de ellos.
En el abdomen se comienza con estímulos en la ingle, con pequeños movimientos circulares sobre el ganglio linfático. Posteriormente la presión se aplica con un lado de la mano alrededor del ombligo, hacia la cintura, repitiéndose de 5 a 10 veces. Finalmente se hacen presiones suaves sobre la piel hasta llegar a la cadera, también de 5 a 10 veces; éstos de manera descendente.
Para las piernas se estimulan los ganglios linfáticos de la ingle por segunda ocasión, bajo presiones consecutivas y circulares. Con la mano de lado, se presiona en forma de barrido como en el abdomen, de arriba hacia abajo; esto se repite de 10 a 20 veces.
Cada sesión dura 75 a 90 minutos aproximadamente, el masaje como tal debe durar un poco más de 60 minutos. El número de sesiones necesarias para controlar el edema es de 1 a 3. Sin embargo, puede extenderse en problemas como la celulitis y obesidad extrema, aumentando a 2 veces por semana, durante un mes. Para las cirugías estéticas como la liposucción, la rinoplastía o cualquier otra, se recomienda un mínimo de 10 sesiones en total.
El drenaje linfático ayuda a purificar el cuerpo. Además de ser indolora es relajante. La mayor preocupación siempre debe ser la salud, y esta terapia ayuda a prevenir cualquier tipo de enfermedad. Por esta razón el drenaje linfático es una terapia holística, ya que se enfoca en cualquier aspecto de tu vida, mental y corporal.
Este tipo de masajes está contraindicado en caso de que el paciente presente alguna patología que pueda empeorar o debe realizarse con mucha precaución. Es por ello que se les conoce como contraindicaciones absolutas o relativas.
En el caso de las contraindicaciones absolutas se encuentran patologías como tumores malignos, infecciones agudas, algún tipo de insuficiencia cardiaca descompensada o trombosis.
Las enfermedades con las que se debe realizar el masaje linfático con extremada precaución, conocido como contraindicaciones relativas, son hipotensión arterial, embarazos, tumores controlados, asma bronquial, hipertiroidismo, entre otras.
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